Nuestra Creencias

Que el propósito de Dios hacia la humanidad es:
  1. Buscar y salvar lo que se había perdido,
  2. Recibir adoración de todo ser humano,
  3. Edificar un cuerpo a la imagen de su Hijo, y
  4. Mostrar su amor y compasión a todo el mundo.
Que estos creyentes, salvados y separados del mundo, constituyen el cuerpo o la iglesia de Jesucristo edificada y establecida sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo la principal piedra angular Jesucristo mismo.

Que los miembros del cuerpo, la iglesia (ecclesia) de Jesucristo, deben congregarse regularmente para la adoración, la comunión, el consejo y la instrucción en la palabra de Dios, la obra del ministerio y para el ejercicio de aquellos dones espirituales y oficios provistos para la iglesia según el Nuevo Testamento.

Que es evidente que las primeras iglesias de la era apostólica
celebraban sus reuniones como un cuerpo representativo de creyentes salvados y  llenos del Espíritu Santo que ordenaban y enviaban evangelistas y misioneros, y que bajo la supervisión del Espíritu Santo nombraban pastores y maestros para la iglesia.

Que la principal razón de ser de las Asambleas de Dios es servir como una agencia de Dios para evangelizar al mundo, constituirse en una entidad corporativa en el que el hombre pueda adorar a Dios, ser un canal para el propósito de Dios de edificar un cuerpo de santos en proceso de ser perfeccionados a la imagen de su Hijo, y ser un pueblo que muestra el amor y la compasión de Dios a todo el mundo.

Que las Asambleas de Dios existe con el único propósito de dar continuo énfasis a esta razón de ser según el modelo apostólico del Nuevo Testamento, enseñando y animando a los creyentes a ser bautizados en el Espíritu Santo, lo que los capacita para evangelizar en el poder del Espíritu con señales y milagros sobrenaturales, agregando así una dimensión necesaria a una relación de adoración con Dios y ayudándolos a responder a la plena obra del Espíritu en la manifestación de frutos y dones y ministerios como en los tiempos del Nuevo Testamento para la edificación del cuerpo de Cristo.

Que somos una fraternidad cooperativa de creyentes pentecostales, bautizados en el Espíritu Santo y miembros de asambleas pentecostales que comparten la misma preciosa fe por todos los Estados Unidos bajo el nombre de Concilio General de las Asambleas de Dios, cuyo propósito no es usurpar la autoridad de las asambleas locales, ni privarlas de sus derechos y privilegios escriturales y locales, sino reconocer y fomentar los métodos y el orden bíblicos para la adoración, la unidad, la comunión, la obra y los negocios para Dios; y oponerse a doctrinas y políticas no bíblicas, esforzándose por guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz,

“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13).